Torque instantáneo en la ciudad, pero inspiración corta en carretera. La Can-Am Pulse es hermosa, tecnológica, pero tiene un «pero» que necesitas conocer.

¿Pensando en cambiar radicalmente la forma en que enfrentas el tráfico de la ciudad? La Can-Am Pulse llega como la promesa de una nueva era en motocicletas eléctricas urbanas, combinando alta tecnología, un diseño impactante y un modo de conducción totalmente diferente a lo que imaginas. ¿Pero será que es el cambio definitivo o llegó antes de tiempo?
Can-Am Pulse: Primeras Impresiones de un Futuro (Casi) Presente
La Pulse es una moto eléctrica naked, diseñada para ser el vehículo ideal en ciudades congestionadas. Su diseño limpio, líneas rectas y el basculante (brazo oscilante) unilateral ya llaman la atención desde el garaje, y en la calle, difícilmente pasa desapercibida. Destaca la versión ‘73’, que rinde homenaje a los orígenes de la marca, mezclando pasado y futuro en un estilo que incluso puede agradar a los más nostálgicos.
En temas de tecnología, la Pulse compite con cualquier coche de lujo: panel táctil de 10,25 pulgadas con Apple CarPlay, conectividad Bluetooth para medios y llamadas, compartimento exclusivo para celular y espacio de almacenamiento. En el mundo conectado de hoy, este paquete es esencial, pero pocos rivales de dos ruedas alcanzan ese nivel.

El Rendimiento: ¿Ágil Como Pocas, Limitada Como Muchas?
El alma de la Can-Am Pulse reside en el torque instantáneo: son 53 lb-pie (aproximadamente 72 Nm) desde el inicio, lo que se traduce en arranques casi explosivos en el semáforo y una facilidad incomparable para “costurar” en el tráfico. Esto sucede porque el motor eléctrico no necesita embrague y el bajo efecto giroscópico facilita maniobras a cualquier velocidad.
| Potencia Pico | 47 hp | Velocidad Máx. | 129 km/h |
|---|---|---|---|
| Autonomía Urbana (Estimada) | 161 km | Autonomía en Carretera (Estimada) | 88,5 km (a 80 km/h) |
| Peso Seco | 177 kg | Tiempo de Recarga (20-80%) | 50 min (Carga Nivel 2) |
Por un lado, esto es diversión pura en la ciudad — imagina nunca más preocuparte por el calor del motor o los cambios de marcha en el tráfico —; por otro, su limitación en carreteras queda clara. La “resistencia” de la Pulse se agota rápidamente a las velocidades de crucero típicas, y la autonomía real en carretera no emociona si planeas aventurarte lejos de los grandes centros urbanos.

Comodidad y Conectividad Avanzada (Con Detalles Polémicos)
En la práctica, conducir la Pulse es placentero. La suspensión suave absorbe bien baches y adoquines, con una posición de manejo cómoda — al menos en las primeras horas. Para quienes planean trayectos largos, quizás el asiento deje que desear.
La tecnología incorporada es un punto fuerte, pero revela aspectos que dividen opiniones:
- El panel táctil es intuitivo, pero solo acepta Apple CarPlay con cable.
- El compartimento para celular parece frágil, contrastando con el estándar del resto de la moto.
- La frenada regenerativa ayuda con la energía y facilidad, pero se desactiva por debajo de 8 km/h, requiriendo siempre el uso del freno convencional.
- Los espejos son un espectáculo de diseño… y de crítica, siendo literalmente “decorativos” para algunos motociclistas.
No solo en los detalles técnicos la Pulse divide a la audiencia. Por su apariencia moderna y silencio absoluto, pasa desapercibida para otros motociclistas en el tráfico y muchas veces es confundida con “mototaxis de reparto”. Pero, en un semáforo, se convierte en un centro de curiosidad incluso para quienes nunca pensaron en tener una moto.

El Gran “Pero”: Precio Vs Competencia (¡Y Lo Que Significa en Brasil!)
El precio de lanzamiento de la Can-Am Pulse — US$ 10.999 — hace que toda su potencial de revolución se detenga bruscamente. Por ese valor, puedes llevarte a casa una Ducati Hypermotard V2 renovada, o la recién actualizada Kawasaki Ninja 500, con mejor rendimiento y la mitad del precio. Si comparas fríamente ficha técnica versus inversión, la moto eléctrica aún es un privilegio — no una solución — para pocos.
El desafío para el público latinoamericano es aún mayor. La infraestructura de carga en las ciudades apenas está en pañales, haciendo la vida de quienes viven en apartamentos un auténtico test de paciencia (y creatividad) para mantener la Pulse cargando. Sin hablar de los incentivos fiscales, casi inexistentes en nuestro contexto.
La duda es: ¿vale la pena pagar más para “ser parte del futuro” ahora, o esperar a que la batería y la tecnología evolucionen a precios accesibles, como ya ocurrió con los coches eléctricos compactos como el Renault 5 E-Tech europeo?

Puntos Fuertes y Débiles: ¿Vale la Pena Entrar en el Futuro Hoy?
El futuro es inevitable, y la Pulse demuestra que será eléctrico, conectado, sostenible y divertido en la ciudad. El problema no es la moto en sí: es el momento. Aún hay detalles prácticos por perfeccionar, la autonomía sigue siendo muy sensible a cualquier cambio de uso, y la falta de infraestructura pesa en el bolsillo del consumidor. Sin hablar del competidor chino — cada vez más presente en las principales capitales — que podría “molestar” a las marcas tradicionales en los próximos años. Si quieres ver a un rival que promete revolucionar los precios, haz clic para conocer la Maeving RM2.
En pocos años, cuando las baterías de estado sólido y la recarga ultrarrápida sean una realidad — como mostró este proyecto innovador de Toyota — la Can-Am Pulse puede finalmente transformar el concepto de moto urbana eléctrica ágil en un estándar global. Hasta entonces, ella es el futuro rodando en el presente… para quienes están dispuestos a pagar por ese privilegio adelantado.
Si eres del tipo pionero, apasionado por las novedades y no renuncias a la exclusividad, la Pulse puede ser tu próxima moto. Ahora, si buscas relación calidad-precio, rendimiento en viajes o practicidad 100% resuelta, quizás valga la pena esperar a que la tecnología baje de los pedestales — o ingresar al canal para conocer otros lanzamientos y comparativos, como la recién anunciada Ducati V21L con batería de estado sólido, que puede ser la referencia cuando aterrice la próxima generación de eléctricas por aquí.
Al final, la Can-Am Pulse no es solo una moto: es una ventana abierta a lo que será recorrer las ciudades en 5 años. Comprar una hoy es coleccionar historias antes de que se vuelvan lo obvio. Solo resta saber si tienes la valentía suficiente para ser protagonista — y no solo espectador — en esta revolución.





